broken rose

broken rose
las rosas que se rompen, usualmente esperan ser reparadas... no es asi?
Existe alguien que quiere encontrar su lugar...

tambien hay un lugar que quiere ser encontrado.


¿Cual de los dos sere yo?

miércoles, 18 de agosto de 2010

Miedo.

Pensando en aquella mirada siniestra que en un dia de otoño me miro, me di cuenta de que aquel dia no se borraria jamas de mi memoria. Aquellos ojos cafes que me miraron con determinacion, me dieron lo que siempre habia deseado: Algo a que temerle. Eran unos ojos capaces de hacerme dudar acerca de las teorias bien simentadas en mi cabeza. Eran unos mudos, y que me dejaron sorda por sus gritos callados...
Al momento de mirarlo, todo mi sistema se suspendio. Tanto por el peligro latente, como por la emocion de, al fin, haberlo encontrado. Mi boca se seco. Mi cerpo se entumecio. Mis ojos se tornaron en cristales y las lagrimas que caian se disolvieron en el viento...
La mirada que me regalo, fue fugaz y vino acompañada de una terrorifica sonrisa, que por poco me mata, que por poco me da ganas de seguir con vida. Fue un pequeñisimo instante, pero tambien un gran recuerdo. Y es que aquel dia, conoci al peor temor de mi vida, al mejor reto de mi existencia.
Se fue como una rafaga de luz, dejando a su paso un viento violento que corto mi piel y que me produjo escalofrios. Dejo un aroma tan repugnante y tan intenso, que quize no olvidarlo nunca... Y justo despues, cuando -aparentemente- habia desaparecido, quize averiguar que fue todo eso que senti. Todas y cada una de mis perspectivas resultaban ilogicas, y despues de un lapso, lo entendi. Aquello que senti era absolutamente MIEDO.
--------Pero... ¿De que?--------
De todo... y de nada. De su presencia y de olvidar que estuvo. De su mirada y de que jamas me mirara de nuevo. De su aroma y de la evaporacion del mismo. Miedo de su existencia, de su recuerdo, de lo que causo en mi. Miedo de no tener pruebas de que fue real, de creer que lo imagine, de aceptar que fue solo mi imaginacion.
Quiza no tengo nada que perder, ni nada que ganar. Pero este miedo absurdo, quiere poner su sucursal en mi almohada, para asegurarse de que no vuelva a dormir en paz, para asegurarse de que NUNCA JAMAS...
Lo olvide.